Doos Box capta clientes por correo y llamadas, pero no tenía una forma clara de organizar todo ese proceso.
La búsqueda de nuevos clientes y la planificación se le hacía bola.
Trabajé en ordenar su proceso de captación, estructurar mejor la planificación y marcar una estrategia sencilla de email marketing.

Próximamente…
Ahora estamos trabajando en que la creación de contenido no le quite la vida y pueda centrarse en lo que de verdad importa: vender. Estamos aprendiendo y pronto se verán los resultados.

He tenido el privilegio de guiar y apoyar a Juan (Dualcillo) en su estrategia de comunicación y marketing digital.
Juntos hemos trabajado en:
- Desarrollar estrategias para conectar con su audiencia.
- Fortalecer su imagen personal.
- Alinear sus mensajes con su visión y objetivos.
- Aprender a tener constancia y organizarse.

Cuando empezamos a trabajar tenía unos 20k seguidores. Hoy supera los 45k, y me siento muy orgullosa de todo lo que ha aprendido, de cómo se ha esforzado y de cómo ha sabido sacar sus propias conclusiones y aplicar su sentido común.
Ahora me siento un poco como una madre con el nido vacío: Juan ya vuela solo, y yo quedo como apoyo y amiga, feliz de verlo y estar.

En Streamion trabajé como responsable de Operaciones Publicitarias, gestionando campañas globales y optimizando estrategias en distintas plataformas.
Mi trabajo se centró en mejorar el rendimiento de campañas, analizar datos y ajustar estrategias para que todo funcionara de forma más eficiente. Entre otras cosas, conseguimos aumentar el retorno de inversión un 35 % y reducir el coste por adquisición un 28 % en la campaña de Uber Eats.
También lideré la integración de herramientas de IA para automatizar tareas repetitivas, lo que mejoró la eficiencia operativa del equipo en un 40 %. Y cuando las cosas se ponían intensas (como antes de un gran lanzamiento), mi papel era mantener la calma, buscar soluciones y tirar del carro.
Fue una etapa en la que aprendí muchísimo sobre estrategia, presión y cómo sacar las cosas adelante en serio.

Pandabox fue una idea que empezó en un Excel y acabó convirtiéndose en una startup real.
Formé parte del equipo fundador y, con el tiempo, creamos un equipo precioso.

Me ocupé de definir la estrategia, organizar procesos internos, dar forma a la propuesta de valor, gestionar la comunicación y trabajar el posicionamiento de marca. También aprendí a moverme en un entorno cambiante, tomar decisiones rápidas y sacar las cosas adelante con lo que teníamos.

Fue una experiencia intensa y muy valiosa, que me enseñó lo que significa construir algo desde cero con un equipo comprometido.

He dado charlas en la Cámara de Comercio de Valencia, en centros de formación privados y en universidades. Siempre desde una mirada sencilla, cercana y real, sin tecnicismos y con mucho humor.
No hablo desde la teoría, hablo desde la experiencia: de haber aprendido a base de equivocarme, reinventarme y encontrar mi forma de hacer las cosas.
En cada charla, mi objetivo es que las personas no solo escuchen, sino que salgan con ideas claras y ganas de moverse.

Este no es un gran proyecto ni una marca conocida.
Es mi madre. Tiene una discapacidad visual del 80 % y aun así decidió aprender a editar.
Juntas adaptamos herramientas, simplificamos pasos y creamos un sistema que le permitiera usar programas de edición a su ritmo.
En el proceso, yo también aprendí: a tener paciencia, a adaptarme a una persona de 70 años y a entender que cada aprendizaje tiene su propio ritmo.
Hoy se ha convertido en una auténtica crack: crea imágenes personalizadas de “buenos días” y “buenas noches” que circulan por grupos de WhatsApp.
Si ves una firmada por Isa, es de ella.
No hay métricas ni dashboards.
Solo ganas de aprender, creatividad y mucho corazón.